La feria
Un cierzo frío y húmedo sopla
entre los árboles y se extiende
sobre la llanura, corriendo entre
la gente que cadenciosamente
va pasando frente a los tenderetes
que se alinean de espaldas
a la arboleda.
Todos debidamente abrigados
y bien equipados para hacer
frente al frío, se mueven
acompasadamente cuidando
de no chocarse, mientras
los niños corren por aquí y allá
sus cabecitas protegidas por
gorros de múltiples colores.
Los feriantes parados tras
las mesas que despliegan
su abigarrado inventario,
esperan.
Su oficio es esperar.
Escrutan las faces de los paseantes,
buscando esa expresión que
indique interés en comprar.
No pueden hacer otra cosa
y al mismo tiempo es todo
lo que deben hacer, porque
en eso consiste su oficio:
estar allí parados (o sentados)
esperando el momento en que
el paseante se convierte
en cliente.
No importa si hace frío o calor;
allí deben estar, parados (o sentados),
en invierno o verano,
mirando como la gente pasa
frente a ellos y sus mercancías.
Y la gente pasa, y se para,
y mira, y señala, y hace un comentario
a su acompañante, el cual asiente
con la cabeza.
Es época de vacaciones, y la gente
no va a trabajar, y la familia
tiene que salir: no puede estar
todo el día en la casa.
Habrá alguno al que le interese,
tal vez muchos, que encuentren
aquí lo que buscaban, eso
que finalmente irá a adornar
algún living ya repleto de
cosas similares, que sirven
para tener una casa
bien decorada.
Otros van, simplemente,
para pasar el tiempo,
y sacar a los chicos,
para que corran un poco.
¡Cuántas veces habré estado
en cosas de este tipo!
Aquí y allá,
en esta provincia o aquella,
en la gran urbe o el pequeño
pueblo.
Pero antes no estaba solo.
Antes llevaba alguien del brazo.
Alguien que no me iba a dejar
pasarme un solo puesto
sin mirar todas y cada una
de las cosas allí exhibidas.
Ese alguien ya no está.
Ya mi tiempo se va acortando.
Tal vez pronto yo tampoco esté.
Y me pregunto:
¿habrá ferias en el Más Allá?
¿Tendrá cada uno una persona
para llevar del brazo?
¿O será como en este mundo,
donde hay que estar parado,
esperando que alguien pase
y muestre interés por uno?