A veces
A veces nos equivocamos,
a veces creemos,
a veces pensamos.
Y lo que pensamos
no siempre es cierto.
A veces creemos que
estamos en lo cierto.
Pero no siempre es así.
Las personas engañan,
a veces por maldad,
a veces por mala voluntad,
y a veces sólo por miedo.
Nadie nos engaña
porque le gusta hacerlo.
El que engaña
no lo hace por engañar
lo hace para disfrutar.
Lo que quiere es el placer
de hacernos creer
lo que él quiere que creamos.
De esta manera,
se siente poderoso,
se siente superior.
Si yo te puedo convencer
de que lo que digo es verdad,
yo soy tu superior.
Esto se llama hipocresía,
esto se llama engaño,
esto se llama embuste.
Lo contrario de la hipocresía
es la honestidad.
Si yo te hago creer
que estás viendo la verdad
aunque no sea así,
te estoy embaucando.
La persona honesta
siempre dice las cosas
como son y nada más.
Nunca las disfraza
ni las hace parecer
lo que no son.
¿Es esto frustrante?
Sí, lo es y altamente,
porque nos gusta creer
en nuestras ilusiones:
que todo es lindo,
que todo es bonito,
que él o ella va a volver,
o que nunca se va ir.
Cuando todos nos aplauden
es fácil creer que estamos
en la cima del mundo.
La persona honesta nos dice
las cosas como realmente son.
A veces no le creemos
porque preferimos seguir
con nuestras ilusiones.
El que nos manipula
se aprovecha
de esas ilusiones.
La persona honesta nos dice,
como en aquel viejo cuento,
"esto también pasará".
El dolor que ahora sentimos
en algún momento se irá.
La felicidad que ahora sentimos
no durará para siempre.
Lo importante es disfrutar
el momento cuando éste es feliz
y soportar el dolor cuando
no queda otro remedio.
Seamos honestos con nosotros mismos.
Reconozcámonos como lo que somos:
no somos lo mejor pero
tampoco somos lo peor,
Así evitaremos caer en las manos
de los hipócritas que sólo quieren
aprovecharse de nosotros
y evitaremos engañarnos
con nuestras propias ilusiones.